Tarta fría de granizado de limón: Un postre helado, ácido y delicioso
¿Buscas un postre que sea ligero, fresco y fácil de preparar? La tarta fría de granizado de limón es todo lo que necesitas este verano. Una combinación perfecta entre acidez, dulzor y textura cremosa que se convierte en el broche de oro ideal para cualquier comida.
¿Puedo hacer una tarta fría sin horno? ¡Sí! Esta receta no necesita cocción. Solo debes mezclar, montar y enfriar. Es perfecta para preparar con antelación y olvidarte del calor de la cocina.
¿Cómo se integra el granizado en la receta? El granizado de limón Sirvent no solo aporta frescor, también intensifica el sabor del limón natural, convirtiendo esta tarta en un postre sorprendente y muy veraniego.
¿Es apta para todos los públicos? Totalmente. Al no llevar huevo ni horno, es una tarta fácil, ligera y que suele gustar a niños y adultos por igual. Además, puedes adaptarla fácilmente con versiones sin gluten o sin lactosa.
Receta fácil de tarta fría de granizado de limón
Ingredientes tarta fría de granizado de limón:
- 250 g de galletas (digestive o tipo María)
- 100 g de mantequilla derretida
- 250 ml de granizado de limón (ideal si es artesanal como el de Sirvent)
- 400 ml de nata vegetal o para montar
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo
- Ralladura de limón
- Opcional: yogur griego o queso crema para un toque más cremoso
Pasos a seguir:
- Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla. Presiona la mezcla sobre un molde desmontable para formar la base. Enfría en la nevera.
- Calienta una parte del granizado (100 ml) y disuelve la gelatina neutra.
- Monta la nata, añade el resto del granizado, la gelatina disuelta, la ralladura de limón y, si quieres, el yogur o queso crema.
- Vierte la mezcla sobre la base y enfría en la nevera durante al menos 4 horas (mejor toda la noche).
- Decora con rodajas de limón, ralladura o incluso virutas de chocolate blanco.
Una tarta de limón helada, ácida y suave que se derrite en la boca y triunfa en cualquier comida de verano.
Un postre fácil, sin horno y perfecto para el calor
La tarta fría de limón es uno de esos postres que nunca fallan. Refrescante, ligera y con un punto ácido que contrasta genial con la base crujiente de galleta. Lo mejor de todo es que no necesitas horno ni ingredientes complicados.
El granizado de limón le da un giro muy original: su textura potencia la frescura de la mezcla y consigue un resultado más helado y ligero que una tarta tradicional.
Es una opción ideal para llevar a reuniones, cumpleaños o celebraciones familiares. Puedes servirla en porciones individuales o en formato grande, y acompañarla de frutas, hierbabuena o toppings crujientes.
Si te gustan los postres que refrescan pero no empalagan, esta receta se va a convertir en una de tus favoritas este verano.
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