La Navidad ya está aquí y, como es tradición desde hace más de quinientos años, las comidas de los días más importantes del año (en nochebuena, Navidad, nochevieja, el día de año nuevo y el mágico día de reyes), incluirán el dulce por excelencia de estas fechas navideñas: el turrón.
A pesar de la evolución de los usos sociales sobre los turrones en estos últimos años, en todos los hogares españoles se conserva la tradición de que los postres de estas fiestas navideñas estén presididos por los turrones, sobre todo los turrones duro y blando, los cuales son los que tradicionalmente están elaborados con almendra.
Estos tipos de turrón son acompañados ahora con un amplio surtido de especialidades en las que se sustituye la almendra por productos como chocolate, praliné, yema quemada, frutas o el coco entre muchos de otros ingredientes. Además, se elaboran turrones sin azúcar que pueden ser consumidos por las personas diabéticas.
Más de cinco siglos de historia
El turrón, un producto de origen árabe, el turrón consiste en una masa elaborada mediante la cocción de miel y azúcar, con o sin clara de huevo, a la que se incorporan, con un amasado, almendras tostadas o peladas. Con estos ingredientes se prepara el turrón blando de Jijona y el duro de Alicante, los cuales son los más tradicionales y en este momento los más populares dentro de las fiestas navideñas.
Toda nuestra historia sitúa Jijona, una ciudad alicantina, como la pionera en la fabricación de este producto artesano que es el turrón. Esta ciudad alicantina transformó por completo la elaboración artesanal y familiar de los turrones en un proceso industrial.
Hay constancia de la elaboración artesanal del turrón en Jijona desde el siglo XIV, y además, se cuenta que en las celebraciones conmemorativas de la toma de Granada en 1492 se obsequió con turrón a los músicos de dicha celebración.
Aunque la historia diga lo que diga, no todo el mundo está de acuerdo en situar en Alicante el origen del turrón, hay muchos maestros turroneros catalanes que también reclaman la paternidad de este fantástico dulce navideño, pero ya son muy pocos los que desafían esta historia verdadera del turrón. Sea en la provincia de Alicante (Valencia) o Cataluña el lugar de nacimiento del turrón, lo que queda claro es que su origen está ligado a la costa mediterránea, donde se producen almendras y miel de alta calidad, y donde la conocida dieta mediterránea pudo haber influenciado en la evolución de este producto.
Aunque hay muchas referencias a la costumbre de consumir turrones en Navidad desde muy antiguo, y la popularización de los turrones como dulce navideño se produjo con el lanzamiento definitivo de producto del turrón en el siglo XVIII.
Tipos de turrón
Aunque los turrones de Jijona y de Alicante son los más populares, existen también otras variedades como el Guirlache, Terronico. Todos tienen características propias:
- Turrón de Jijona: Es el conocido como “blando” y debe llevar al menos un 52% de almendra y un 10% de miel pura. Además, puede llevar avellanas, clara de huevo, canela, etc.
- Turrón de Alicante: Es el “duro” y debe estar elaborado con al menos un 46% de almendra y un 10% de miel. También suele llevar clara de huevo, piel de limón, obleas, etc.
- Turrón de Guirlache: Este tipo de turrónse compone esencialmente de almendras y azúcar.
- Turrón Terronico: Se trata de un turrónde guirlache elaborado con almendra sin pelar y en cuya superficie se añade ajonjolí o sésamo.
Asimismo, los turrones blandos y duros se suelen clasificar en varias categorías, siempre dependiendo de los porcentajes mínimos de almendra que contengan en dicho turrón, se clasifican en varias categorías, Suprema, Extra, Estándar y Popular.
Hoy, además, podemos encontrar una amplia variedad de nuevas especialidades de turrón como por ejemplo el de chocolate, yema, crema quemada o tostada, mazapán con frutas o nueces, entre muchos otros, los cuales reciben la denominación de turrones diversos.
Propiedades nutritivas del turrón
El turrón es un alimento de gran poder energético, rico en glúcidos, grasas vegetales y proteínas. Su aporte calórico, que varía dependiendo de la cantidad de almendra que contenga (por eso las categorías), es elevado, por ello debe ser consumido con moderación.
A pesar de su alto valor calórico, el turrón es un producto saludable y compatible con la dieta mediterránea gracias a que está elaborado con materias primas naturales.
Las grasas del turrón artesano proceden directamente de las almendras, un fruto muy cardiosaludable, y que no contienen colesterol. Se trata de grasas con un alto contenido en ácidos grasos. Por otro lado, la miel posee una gran variedad de sales minerales y una gran riqueza vitamínica, su aporte energético principal procede de los hidratos de carbono. Y sin descuidarnos de esta ventaja, otra de las ventajas del turrón es que aporta vitaminas (A, E, grupo B), potasio y fósforo.
Todas estas propiedades nutritivas, además de por su delicioso sabor, invitan a degustar estas Navidades el dulce español por excelencia, el turrón artesano.
¡Saludos y muy buen provecho!